miércoles, 12 de enero de 2011

Cooperativismo como sistema socioeconómico

El cooperativismo es clasificado como un sistema socioeconómico mixto, por cuanto su filosofía contiene ciertos rasgos de una economía centralmente planificada y opera con las herramientas de una economía de mercado. En él se procura el bienestar de las personas, dirigiendo todos sus planes y decisiones hacia la obtención del mejor resultado social, utilizando como medio el resultado económico2. Sin embargo, la gran característica del cooperativismo es que al menos se ha utilizado en la práctica como sistema complementario a otro sistema imperante en los países. Es decir, que en la realidad, el cooperativismo ha tenido que actuar en sectores donde el modelo vigente ha fracasado o ha actuado de forma ineficiente sin lograr los resultados esperados.
Autores como Orlando Núñez, Luis Razeto y Aquiles Montoya han trabajado en definir este nuevo tipo de sistema de producción y reproducción solidarios, y aunque utiliza diferentes conceptos, coinciden en explicar un sistema con una racionalidad económica muy distinta, la cual está definida por el aseguramiento de la reproducción material y espiritual del ser humano en condiciones de sostenibilidad ecológica. Otro elemento consustancial con este modelo, es que nace desde la visión de los excluidos por los modelos socioeconómicos imperantes y presentan alternativas que van más allá del excedente económico y la maximización de la ganancia como única lógica del sistema

martes, 5 de mayo de 2009

PACTO VERDE COOPERATIVO, NUESTRO COMPROMISO CON LA TIERRA

El Pacto Verde Cooperativo constituye la respuesta del sector ante el deterioro progresivo que sufre nuestro planeta y refleja el grado de responsabilidad con las generaciones futuras, en la medida en que se orienta a la protección de los recursos naturales y al desarrollo sostenible.Las cooperativas suscriptoras del Pacto, o que adhieran a éste, asumen unas responsabilidades en materia de preservación medio ambiental, relacionadas con:1. El cumplimiento de las normas constitucionales y legales en esta materia,2. La adopción de acciones y procedimientos orientados a la conservación del medio ambiente, 3. La realización de auto evaluaciones institucionales periódicas para determinar el grado de cumplimiento de la normatividad, 4. La incorporación de los temas medioambientales como normas de conducta de sus organizaciones, y5. La promoción de la educación medioambiental.
Suscríbase y adopte el logosímbolo del Pacto Verde.Confecoop invita al sector a adherir al Pacto Verde Cooperativo y a hacer parte de esta iniciativa amigable con el medio ambiente. Suscríbase ingresando a nuestra página web www.portalcooperativo.coop diligenciando la información allí solicitada.El sector debe desempeñar un papel fundamental en la preservación de los recursos naturales, como muestra de su responsabilidad social y compromiso con la comunidad, principios de la esencia del cooperativismo. Los suscriptores o adherentes pueden utilizar el logo y el slogan del Pacto Verde Cooperativo, conservando las características y colores que fueron adoptados. Este logosímbolo puede acompañar el de la respectiva cooperativa y puede incluirse también en las diferentes imágenes y piezas promocionales que se divulguen en relación con campañas o programas ambientales, debido a que su utilización distingue a los integrantes del sector, suscriptores del Pacto Verde Cooperativo.

martes, 28 de abril de 2009

COOPERATIVAS QUE RECUPERAN EMPRESAS Y FABRICAS EN CRISIS

El neoliberalismo como concepción ideológica ha sido absolutamente contrario al interés nacional, de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto.Uno de los más graves problemas que ha causado en nuestra sociedad es el desempleo.
Sus consecuencias exceden lo estrictamente económico. La desocupación y subocupación. Son generadoras de la violencia y de la inseguridad. La ausencia de ocupación estable y remunerada genera angustia, desdibuja la identidad personal y provoca reacciones antisociales que afectan la convivencia pacífica de los individuos en una comunidad. El desempleo a muchos hombres y mujeres de distintas edades los puso a prueba, ya que de buenas a primeras quedaron en la calle, sin trabajo y sin comida.Una de las respuestas ante esta nueva situación ha sido el surgimiento del movimiento de empresas o fábricas recuperadas, para darle continuidad al trabajo y reactivar las empresas en quiebra, concursadas y/o abandonadas por sus dueños. Donde la ocupación y toma por parte de los trabajadores y sus familias, aparece como una de las tantas formas de resistencia ante la crisis política, social y económica.

miércoles, 22 de abril de 2009

EL COOPERATIVISMO INTERNACIONAL

Para darle fortaleza al principio de cooperación entre cooperativas o sea a la integración, cada día cobran mayor vigencia los organismos que tienen como función el trabajo conjunto para la consecución de objetivos comunes a través de la ayuda mutua, unión de esfuerzos y la solidaridad.
Formalmente, la cooperación entre cooperativas se presenta en la denominada integración vertical que parte de la base cooperativa, las cuales son entidades cooperativas de primer grado (conformada por personas naturales), que constituyen organismos superiores, es decir cooperativas de dos o más grados (conformadas por personas jurídicas), de carácter local, regional, nacional, internacional y mundial de línea abierta o especializada y que tienen por objeto la prestación de servicios económicos, financieros, técnicos, educativos o de representación, orientación, fomento y defensa del sistema
A nivel internacional existen organismos de integración encargados de la promoción del movimiento en cuanto se refiere a la divulgación de los valores, principios, métodos de trabajo, asesoría, relaciones económicas y representación ante los gobiernos, entre otros aspectos. Dichos organismos son representativos del movimiento cooperativo en sus diferentes actividades, teniendo como objetivo fundamental facilitar la integración del mismo prestándole apoyo organizativo, técnico y de representación institucional.
Para mayor ilustración sobre estos organismos se presenta, sucintamente, una reseña de los principales aspectos destacando sus objetivos y propósitos.

lunes, 20 de abril de 2009

RESEÑA HISTORICA DEL COOPERATIVISMO EN EL SALVADOR

Como es sabido, las primeras ideas sobre cooperativismo en nuestro país datan de finales del siglo antepasado dado que, muy cerca del año 1900 se introdujo como materia de estudio en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador. Posteriormente, en los primeros veinte años del siglo pasado se promovieron y organizaron las primeras cooperativas de artesanos, cuya finalidad era proveerse de materias primas y materiales para elaborar sus productos, con la consiguiente ventaja de adquirir esos insumos productivos a menor costo y con mejores condiciones en virtud del esfuerzo cooperativo. Más tarde, y como una de las consecuencias positivas de la finalización de la segunda guerra mundial, se promovieron y organizaron las cooperativas de agricultores, con la finalidad de proveerse de financiamiento para su producción agropecuaria, las que adoptaron la denominación de Cajas de Crédito Rural. Nótese que, como era lo normal, se trataba de productores individuales que recurrían a la forma cooperativa como medio para ampliar sus posibilidades económicas a largo plazo. Asimismo, durante los años cuarenta y cincuenta era más que evidente que el cooperativismo cumplía con los principios de autoayuda, subsidiaridad y territorialidad, que se perdieron posteriormente. Hacia el fin de la década de los sesenta del siglo anterior, se trató de institucionalizar lo relativo a esta materia mediante la creación de una entidad del Estado dedicada a fomentar el cooperativismo emitiendo, además de su Ley Orgánica, una Ley General de (Asociaciones) Cooperativas. No obstante lo anterior, las cooperativas existentes con anterioridad bajo la modalidad jurídica de Sociedades Cooperativas quedaron fuera de este mecanismo y de esta ley, y permanecieron sujetas a la legislación contenida en el Código de Comercio. Este último período se caracteriza por la promoción de asociaciones cooperativas de empleados y trabajadores asalariados, con la finalidad de proveerse de financiamiento para necesidades personales o familiares, mediante el ahorro y crédito, así como de proveerse de bienes de consumo personal y familiar mediante las denominadas cooperativas de consumo. Por este tiempo también se avanzó en el desarrollo del cooperativismo en el país, pero fuera del ente estatal antes referido, pues los agricultores promovieron y organizaron sociedades cooperativas con la finalidad de transformar su producción agrícola o pecuaria, es decir beneficiarla o industrializarla de manera cooperativa, así como proveerse de insumos a mejor precio para sostener sus actividades primarias. Este fue el caso de ganaderos (lecheros), cafetaleros (beneficiadores de café) y cañeros (azucareros), por lo menos. También durante este período los transportistas dedicados al servicio de carácter colectivo o selectivo, desarrollaron sus asociaciones cooperativas para proveerse de repuestos, insumos o equipos, incluso llegaron a prestar el servicio de transporte colectivo o selectivo mediante empresas de servicio al público, de propiedad también cooperativa. Los años ochenta del siglo veinte fueron el escenario del proceso de reforma agraria, con base en cuyo decreto se originaron las asociaciones cooperativas agropecuarias de reforma agraria bajo fuerte protección del Estado. Era el momento del inicio de la última guerra civil en El Salvador. Si bien todas las cooperativas (sociedades y asociaciones) que se organizaron hasta los años setenta eran de servicios, a partir de 1980 se entró de lleno en la etapa de las cooperativas de producción o de trabajo, en las cuales, se haya tenido claro o no, los socios tenían por finalidad proveerse de un puesto de trabajo, dado que la propiedad de las mismas es de carácter colectivo, y que sus miembros (en general) carecían de propiedad individual de la tierra. Pero este proceso además, trajo consigo la fragmentación de las cooperativas de agricultores, dando origen a otro ente estatal y a otra ley (la Ley de Asociaciones y Organizaciones Campesinas). Ya en la fase de finalización de la mencionada guerra civil y también después de la firma de los Acuerdos de Paz, se avanzó un poco más, pues se organizaron empresas cooperativas de integración (segundo grado), dedicadas a servirle a sus socios en la comercialización internacional de productos agrícolas de exportación como el café, así como también se avanzó un poco en el ámbito de la intermediación financiera cooperativa, constituyéndose empresas (sociedades y asocia-ciones) cooperativas financieras y de seguros que ofrecen servicios similares a los de los bancos y aseguradoras comerciales de naturaleza anónima. También se "crearon" asociaciones cooperativas de desmovilizados de la fuerza armada y de la guerrilla, previa asignación de tierras en pro indiviso. Con las respectivas diferencias algunos agrupamientos cooperativos han conformado subsistemas cooperativos, sin embargo, como totalidad, el cooperativismo salvadoreño se encuentra todavía muy lejos de constituir un verdadero sistema cooperativo integrado como debe ser.

TENDENCIAS ACTUALES PARA LA VIABILIDAD DEL COOPERATIVISMO

Para empezar retomemos la definición actual de Cooperativa, según la cual se trata de una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente, para enfrentar sus necesidades económicas, sociales y culturales comunes, mediante una empresa de propiedad conjunta, controlada democráticamente. Estas características no son propias de la típica empresa capitalista, aunque haya algunas semejanzas.
Al igual que cualquiera otra empresa que se organice, de cualquier forma que sea, la cooperativa debe tener viabilidad económica, fundamentalmente. Esto redundará en la viabilidad del cooperativismo en su conjunto. Por ello, al momento de autorizar una nueva cooperativa, se debería contar con los estudios técnico económicos mínimos que garanticen su factibilidad (proyecto), para no desgastar sino proteger el prestigio del cooperativismo; ello independientemente del número de personas que la conformen y de otros requisitos legales y administrativos.
Organizarse mediante una empresa implica que no se trata de algo casual o eventual, sino de algo permanente o de largo plazo, en lo que se comprometen recursos de los socios (aportaciones al capital social) ante la seguridad de que redundarán en su beneficio y superación. Como se ha afirmado, la cooperativa no es un fin en sí misma, sino un medio para el mejoramiento y beneficio permanente de sus socios individualmente considerados, pero sin atentar contra su empresa cooperativa, pues ésta es la garantía para la continuidad de aquello. Usualmente en El Salvador, se olvida todo esto y no se mantiene el adecuado equilibrio de intereses legítimos, "argumentándose" cualquier cosa para distorsionar hacia un lado u otro.
Se debe insistir entonces, que se trata de una forma alternativa de organización económica de los individuos en sociedad, caracterizada por tener una clara finalidad económica de beneficio concreto para cada uno de sus socios. Se diferencia de las demás empresas que regula la legislación salvadoreña (otras sociedades de personas y las sociedades de capital), porque en ésta predominan o deberían predominar, principios de organización, funcionamiento y control democrático que le son propios o inherentes.
La viabilidad implica cálculo económico y administración empresarial. Debe sustentarse en claras actividades económicas de sus socios para hacer prevalecer la identidad cooperativa del socio, que es a la vez propietario y agente económico (cliente, proveedor, u otros, podría ser incluso trabajador). Si se logra potenciar al socio en su propia actividad como sujeto económico, como ser humano y como ciudadano, y si se procura realmente la superación personal y familiar del mismo, se habrá avanzado bastante en cuanto a viabilidad y en cuanto a democratización económica y social.

EL COOPERATIVISMO EN EL SALVADOR,TENDENCIAS ACTUALES EN EL MARCO DE LA GLOBALIZACION

En El Salvador, existe desde hace varios años un conjunto de temas que han sido relegados de la agenda pública por quienes tienen el poder para hacerlo. Este es el caso de temas como la Reforma de Salud, la Reforma Tributaria, la Reforma Agraria , el Desarrollo Rural, el Sindicalismo y el Cooperativismo, entre otros.
Pero por otra parte predominan posiciones que privilegian la Libertad de Empresa y de Comercio, la Privatización de Servicios Públicos y la Reducción del Estado, y otras por el estilo. Este escenario define el marco de esta conferencia, pues asistimos a un proceso de globalización inclinado hacia lo meramente económico, caracterizado por el énfasis en concepciones neoliberales que también son acomodadas a los intereses de los círculos de poder económico y político del país.
¿Cuáles son las posibilidades del cooperativismo dentro de este contexto? A ello habrá que darle respuesta después del respectivo análisis, que debe incluso ser crítico de la realidad actual del cooperativismo en El Salvador, y que también debe ser propositivo en lo que a cambios necesarios se refiere.